Nada y todo inunda nuestra inspiración ahora. A ratos, o casi siempre, quisiéramos escribir todo y nada, dudas y certezas, todo cuando fluye hasta nuestros dedos. Este parto literario, este espacio de letras, de imágenes y sonidos que no sólo se leen, sino que se logran desplegar hasta nuestras llemas y hasta esta pantalla ahora enfrentada y/o apoyada en nosotros. Bienvenidos a la comunidad de la comunicación. Que la construcción de relatos conforme rascacielos.

jueves, 23 de abril de 2009

Locura solitaria

- La vida no es de merecer, amigo -decía el sujeto aquel que se encontraba agazapado en un rincón del cuarto.
- ¿Cómo así? -pregunté algo intranquilo y con bastante de ignorancia respecto de esa reflexión a mi interlocutor.
- Así nada más pues. Los méritos de poco y nada sirven amigo. Nada sacas con hacer todo lo humanamente posible por hacer algo si ese algo no se hace nada a la vista de aquellos para quienes tú realizas acciones de mérito. No sirve de nada proyectar(se) si esas proyecciones no son... auspiciadas.
- Sigo sin entender -espeté ante la reiteración y la redundancia constante de frases y palabras.
- ¿Y qué sé yo? -dijo el tipo, levantando sus hombros y mirando el piso mientras afirmaba entre sus brazos sus piernas- Al fin y al cabo, yo soy sólo producto de tu imaginación.
- ¿Producto de mi imaginación, dices? ¿Pero cómo?
- Eso pregúntatelo a ti mismo, o sea, no me crees a mí para hablar contigo mismo.
- ¡Jajaja! ¿Ahora me vas a decir que estoy loco?
- Pero ¿Cómo no? Si hasta camisa de fuerza traes...
- ¿Camisa de fuerza?
- Sí, camisa de fuerza. ¿Por qué crees que me ves así agazapado?
- Buen punto... a ver... Sí. Es verdad... Pero me la quito cuando quiero.
- ¡Jajaja! A ver... intenta
- Intento pues... si después de todo es imaginaria -espeté forcejeando contra el atavioso ropaje
- Sabes... mejor quédate dormido.
- No puedo. Menos aún ahora que sé que estoy loco y en un manicomio.
- No puedes estar en un manicomio, imbécil. ¿Quién te iba a traer hasta aquí? Recuerda que siempre has estado sólo, sólo, sólo. Recuerda que siempre buscaste a tu ansiada soledad, a tu queridísimo espacio y... ahí los tienes. Estas en solitario, sin compañía alguna, sin ruido alguno. ¿Eso querías, verdad? Duérmete, será mejor. Así al menos en el sueño estarás con alguien, así al menos en lo onírico crearás y/o recrearás una ¿televisión? al menos, que te hable sin escucharte.
- No puedo dormir...
- Cuenta...
- 1, 2, 3, 4,... 567.585... 967.897... No quiero contar más... no me da sueño...
- Inventa nombres...
- No sé qué son esos... no recuerdo ninguno...
- Inténtalo al menos...
- No... para qué... ya sé que estoy solo... 967.898, 967.899... 2.345.732...
3.547.698...
... 5.369.896...
... 8.967.433...
...

No hay comentarios: